viernes, 23 de noviembre de 2012

" DIJO... "


Dijo que nunca escribiría versos
porque no sabría expresar lo que sentía,
y no era Poeta,
y mentía…
sus besos, eran estrofas de Neruda en mis labios ,
sus besos y, un “me gusta cuando callas”
eran los versos blancos del zéjel de una roca,
beso y beso, la rima de un cóncavo y un convexo,
y yo, la Cenicienta de sus palabras
cuando escribía , las mas dulces poesías en mi boca



Dijo que nunca pintaría sombras , ni valles oscurecidos,
ni pensamientos abstractos o alelíes encarnados,
porque no era pintor y, no reconocería un cuadro de Sorolla,
y mentía…
sus besos, impregnaban de acuarela mis labios,
dibujaban mi aliento con trazos de arcoíris, añil, verde y rosa,
y con el pincel de su delirio y mi pasión,
el Patio de Comares de La Alhambra
y una Tormenta sobre Peñarola,
quedaban delineadas en mi boca



Dijo que nunca sería un viejo lobo de mar
porque no era marinero,
y mentía…
sus besos se sumergían en mis labios
y eran náufragos en mis costas,
él, era el Almirante Nelson antes de su última batalla,
y el estribor de un beso furtivo,
al abordaje de mi boca



Dijo que nunca cantaría Arias,
ni leería pentagramas, ni recitaría estrofas,
porque no sabía cantar,
y mentía…
sus besos, como clavicordios, aparcaban notas en mis labios,
sus besos eran, Che gélida manina, Casta Diva y Nessun Dorma,
el madrigal de los astros más bellos, eran,
y sus cantos de alba, en la penumbra solar,
hacían eternos sus besos en mi boca



Dijo que nunca sería alfarero, porque no sabía moldear,
y destruiría cada átomo de la arcilla,
y mentía…
sus besos, eran ánforas en mis labios,
sus besos, sabían a fina arena del Desierto del Sáhara,
a Fontana de Trevi, con su agua clara traída a gotas,
y sus manos alfareras eran la botija
donde guardaba dos obras maestras,
sus besos y los besos de mi boca



Dijo que nunca cortaría un tulipán tempranero,
ni encinares ni alcornoques,
porque no era jardinero,
y mentía…
sus besos, llegaban fértiles a mis labios,
sus besos, eran los Jardines del Palacio Real
el limonero amarillo y, la simiente de las flores rojas,
la lluvia que empapaba azaleas y jazmines en los patios,
el verticilo y catástasis de mi boca



Dijo que nunca me dejaría
y nada lo apartaría del mundo que habíamos construido,
porque me amaba,
y mentía…
sus besos, borraron su nombre de mis labios,
sus besos, olvidaron el idioma que pronunciaba el mio,
y se marchó una tarde de duendes y princesas,
dejando la lumbre de un cirio blanco y una congoja,
y así, sus besos dejaron de ser la sed maligna
que nunca, nunca, se saciaba en mi boca



Y yo le dije, -si te vas, no voy a detener tu marcha,
ni tejeré tu ausencia hasta la madrugada,
porque no se tejer-
y no mentía…
en el tacto de mis manos, olvidé los estambres,
cansada estoy de sus mentiras locas,
y acompañada del sonido de un viejo blues,
se diluyeron estos versos en sus manos,
como se diluyeron sus besos en mi boca


C.R.N.(2012)
Derechos Reservados
ESPAÑA
Patio de Comares de La Alhambra

3 comentarios:

  1. Una delicia entre versos. Con palabras que sólo tú tejes a la perfección.

    Eres de las mejores poetas que conozco. Gracias por compartir, bss Ann@

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  2. Palabras y mentiras, demasiadas veces van cogidas de la mano.
    Saludos

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  3. no he dejado de leerte.
    me sigo deleitando con tus letras querida celsy.
    abrazo desde colombia.

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