No es casualidad
que cada noche cuando te hablo
a veces con palabras entumecidas
sienta tu belleza austera y fría
Tu y yo nos entregamos
en cada crepúsculo a la melancolía
Tú, con tu serenidad y filosofía
de luna llena o menguante
yo, con mi química de Diosa en desuso:
y somos dos...¡Luna y Diosa!..¡Diosa y Luna!
aferrados a cadenas invisibles.
A veces nos preparamos un té
cuando no me dejas marchar
y lo bebo de tus manos,
por el placer de tu piel
y lo dulce de tus mieles
¡mi dulce luna de miel!...
Y hablamos.
Hablamos, de que esta o aquella noche
las nubes se independizaron del cielo
o que se olvidaron de salir las estrellas
después de un fuerte resfriado.
que lloraron dos luceros en forma de lluvia
o de la distancia equivalente
desde el cero de tu punto de partida
hasta el infinito de mi tiempo inmolado.
Hablamos de mis deseos míticos
rodeados de sombras multiorgásmicas
o que el cielo está enturbiado
del abrazo que aún no me diste
y querías acariciar ese día una nalga
y con la otra mano, muy fuerte,
frotar varias veces, los vericuetos de mi espalda
A veces no quieres que me marche
te peleas con mi sueño
y me dices -¡quédate!, ¡quédate!
no te vayas hasta la alborada...-
y otras veces, las que menos...
-bueno, lo dejamos,
ya nos veremos mañana...-
Entonces, a solas...
mirándote a través de la ventana
me pregunto con insistencia si Dios existe
tú que estás tan cerca de él...
divagas cuando te lo pregunto
y espero escuchar una mentira de ti
y ante tu silencio
de nuevo te dirijo la mirada...
-¡dime LUNA, si existe la poesía, la música,
la pintura y escultura...!
¿cómo no va a existir Dios?...
y cuál Luna no creyente,
solo escucho tu silencio por respuesta.
Y yo...profana de palabras,
me hago la misma pregunta y no respondo
prefiero quedarme con la duda
sin teología, sin nada... ¡nada!
Enseguida me arrepiento
de no seguir preguntando
y me encierro de nuevo en tu silencio de Luna,
a esperar ansiosa el primer viaje a ti
en primera clase,
para verte de cerca sin violar tus espacios.
¡cuántas veces no he hablado de ti!
de ese viaje a los azules o grises,
o de los cálidos y dorados rayos luminosos de tu cielo.
y divagamos noches eternas
Hoy me gustaría morder cada parte de ti
Vestirme con el ajuar blanco
que te gusta tan sencillo
con los pies descalzos
las uñas pintadas de nácar
y la cadena enlazada al tobillo
besar cada parte de tus senos de hombre
y que tu acaricies los míos de Luna en celo
abrazar una a una las estrellas melosas
y deleitarme al acariciar el azabache de tu pelo
Me gustaría esperarte de nuevo
tú y yo...como tantas veces
con mis palabras entumecidas
y tu belleza austera y fría
cuando la noche sea plena y su mirada oscura
volveremos a hablarnos
y quizás esta vez nos amaremos
si...nos amaremos como Dioses
en nuestro silencio de Luna
C.R.N.(2010)
Derechos Reservados
ESPAÑA
No hay comentarios:
Publicar un comentario