Hube de ver tu rostro una noche
en ansiado dolor que inquietó tu sueño
me otorgaste el privilegio de nacer
en tu vientre fecundo y sereno
Creo evocar mi nombre
por ti dulcemente susurrado
y la evidencia emanada del sol
en tu dulce mirada dibujado
Pude regalarte una sonrisa
que tú advertiste como llanto
me adosaba a tu pecho...
era solamente instinto
o sublime nota de un canto
Sabia que eras tú...
reconocía tu tacto, ¡solo te exploraba!
divina mujer, ¡musa de mis sueños!
hechicera de madura mirada
Me brindabas tus suaves latídos
y mi corazón tu piel atizaba
¡necesitaba tus mimos!
¡precisaba que despertaras!
Dibujaba mis huellas
en el reverso de tu vientre
¡me enlazaba a tu espalda!
quería sentir el galope de tu pulso
cuando tu mano me acariciaba
Y discutía en tus entrañas
¡se arrebujaba mi alma!
quería soñarme Madre
dormidita contigo al alba
¡Hube de ver tu rostro mujer, hube,
al esplendor de una mañana!
y en la grandeza de tu pecho
me acurruqué entre tus senos
para que un pezón me alimentara
Cuando tú me amamantabas
quería decirte Madre
aunque no me escucharas
que estaba muy orgullosa
de tu tez reluciente
de tus arrugas delicadas...
Y me preguntaba Madre...
¿Cómo un corazón tan pequeño
puede acunar tanto amor?
¡Hoy lo sé, mujer! tu pecho y el mío
permanecieron siempre juntos
en la frescura de tu alma
¡Por eso te venero, te admiro!
Y en tu preñez de nuevo me presiento
¡adoro tu nombre!
¡adoro tus canas!
Mujer, Madre…
¡dulce escarcha del tiempo!
C.R.N.(2012)
Derechos Reservados
ESPAÑA
Celsy,
ResponderEliminarCasi derramo unas lágrimas pensando en mi mamuchi… Hace años que me dejó. Espero, deseo, que desde una estrella del firmamento siga amamantando mis necesidades y paliando mis defectos, y, con tu permiso, le digo ahora –en este preciso momento- que lo que la poesía que has escrito también a ella se la dedico.
Preciosa, tu mami estará muy orgullosa de ti: es para estarlo. Gracias, querida amiga.
Ann@ Genovés